MANUEL GARCIA - TEMPERA

$28.000

Sello: Alerce – VIN 515
Formato: Vinilo, LP, reedición
País: CHILE
Edición: 2024
Género: Pop
Estilo: Pop rock, trova
ESTADO DEL PRODUCTO
DISCO NUEVO Y SELLADO

Estado: NUEVO
Detalles:
Sello: Alerce – VIN 515
Formato: Vinilo, LP, reedición
País: CHILE
Edición: 2024
Género: Pop
Estilo: Pop rock, trova
ESTADO DEL PRODUCTO
DISCO NUEVO Y SELLADO

TRACKLIST

A1

 

NADIE + QUE EL SOL

3:46

A2

 

BARCOS DE CRISTAL

2:29

A3

 

NINGUNA CALLE

2:29

A4

 

LA GRAN CAPITAL (EL PROVINCIANO)

3:33

A5

 

TARDE

2:40

A6

 

CANCION Y PLEGARIA

4:14

B1

 

ES BELLO ES BUENO

4:12

B2

 

PAÑUELI

2:55

B3

 

LOS COLORES

2:13

B4

 

TEMPERA

2:57

B5

 

PERDERSE

3:34

B6

 

CANGREJO AZUL

3:46

Manuel García tiene la gracia de ser uno de los principales reconstructores del camino que une al citadino contemporáneo con la magia y la esperanza que significa detenerse a escuchar al hombre o a la mujer con su guitarra, camino hasta hace poco olvidado en este país que ha sido cuna y nicho de gigantes de la canción de autor como lo fueron Violeta Parra y Víctor Jara.

Para Manuel, quien ha dicho que “el folclor es de nadie y por eso es de todos”, no hay tapujos en mezclar el pop, el rock y el folclor. Tampoco tiene necesidad de engrosar su voz para hacer sentir la profunda masculinidad que hay en su música.

Después de escuchar, allá por el 2005 su primer disco (“Pánico”), quedé a la espera constante del segundo. Cuando por fin apareció y lo escuché, quedé gratamente sorprendido, ya que a pesar de pensaba que me encontraría con un “Pánico II”, me encontré con un disco totalmente diferente, con más rabia, mucha más personalidad, , letras mucho más depuradas, ciertos recursos vocales no utilizados en su primer disco y un folclore mucho más vivo.

Y es que “Témpera” es un disco excelente, desde todos los puntos de vista (salvo el precio). De partida, el nombre parece evocar varias cosas: una, la infancia, y es que ¿hay alguien acaso que no recuerde sus días de niños con los dedos y la ropa manchada con témpera? Asimismo, varias canciones del disco parecen corroborarlo: “Nadie más que el sol”, “Ninguna calle”, “La gran capital”, “Tarde”, “Pañuelí”, y “Los colores”, que de una u otra forma hablan de la infancia. Y la otra -como más tarde parece explicar la misma canción homónima-, la fragilidad y fugacidad de la vida, ésa en la que “la sangre que va al corazón es témpera roja que endurece el tiempo”.

Por otra parte, la factura del disco es perfecta, tanto en la portada como en la contraportada, en las que aparece el autor detrás del clavijero, con un ojo adentro y otro afuera, primero ambos abiertos, luego sólo el que va dentro de la guitarra, lo cual me parece una hermosa metáfora; también en los dibujos interiores; y, desde luego, el librillo del disco, que viene con la lírica escrita de puño y letra del autor (no hay como leer poesía del puño y letra del escritor, no hay como escuchar al cantor en vivo y en directo). Siempre se agradece el trabajo de hacer arte hasta con la caja del disco, sobre todo en estos tiempos en que pareciera no haber diferencia entre un disco original y una carpeta en el teléfono celular

Las canciones que agrupa el disco me parecen un buen conjunto, y logran generar esa misma atmósfera de unidad presente en “Pánico”. El disco parte en “Nadie más que el sol”, con una entrada que ya se hace familiar en García, para continuar con unos sutiles arreglos en guitarra, que parecieran sostener en el aire frases como fuimos niños jugando a enterrar y desenterrar un corazón”, que entretejen una historia de amor, complicidad y niñez. En “Barcos de cristal” se nota una madurez tremenda en lo compositivo, mientras que en lo lírico se asoma una letra personal y abundante en situaciones y personajes ya conocidos de la lírica de García, como lo son la noche, el viento, el mar, los barcos… todo lo cual pareciera ser parte de esa eterna reminiscencia de lo marino que se adhiere sin remedio a la piel de quien nace en una ciudad con salida al mar.

Y es que Manuel García es un provinciano, y a eso mismo le dedica uno de los mejores temas del disco: “La gran capital”, una canción que habla de una historia personal, pero multiplicada por todas aquellas personas que naciendo en provincia, terminan viviendo en Santiago de Chile, ciudad que cuenta ya varias canciones hechas a su nombre. Esta canción musicalmente es un poco extraña -con respecto al trabajo anterior del autor-, pero de una extrañeza refrescante, relajante, impresionante… con un aire a Jazz guachaca que le viene muy bien, y que le da ese carácter alegre que no es fácil encontrar en las composiciones de García.

Extraído de https://discosmalditos.wordpress.com/2009/04/17/manuel-garcia-tempera-1%C2%AA-parte/