LOVERBOY - GET LUCKY

TRACKLIST

Haciendo un gran ejercicio mental volvamos por un momento a los años ochenta. Esa época que, a algunos, todavía hoy, produce urticaria con sólo ser mencionada, mientras que para otros se asocia al período más dorado de la música del siglo pasado. Pero, aunque sólo sea por un momento, nos vestimos con los pantalones acampanados, arrancamos el Ford Mustang recién salido de fábrica y ponemos la radio FM. Sería que a quienes escuchemos mientras conducimos por cualquier carretera americana sea a los Loverboy.
Injustamente olvidada, la banda canadiense de Vancouver se erigió a principios de los años ’80 como el nuevo estandarte indiscutible del AOR, llegando a suponer una seria competencia para los veteranos Journey o Kansas (a quienes telonearon en más de una ocasión). Vendieron cuatro millones de copias de este disco sólo en los Estados Unidos y consiguieron colar nada menos que cuatro temas del mismo en las listas de éxitos; el plástico fue condecorado a más no poder al otro lado del Atlántico, tanto en Canadá como en Estados Unidos, y, a modo de curiosidad, se ve que el ingeniero de sonido era un tal Bob Rock (sic).
El disco empieza con la pegadiza y afectuosa “Working For The Weekend”, uno de los clásicos más reconocibles de la banda, y va alternando temas lentos con fuerte presencia de teclados típicamente adult-oriented (“When It’s Over” o “Gangs In The Street”) con temas realmente rockeros de la calidad de “Emotional” (con un piano al más puro estilo Jerry Lee Lewis) o “Lucky Ones” y otros un pelín empalagosos (“Watch Out”). Vale la pena mencionar “Jump” y especialmente “Take Me To The Top”, dos temas de auténtico AOR ochentero, unas clases maestras de cómo desprender un estilazo único. Unos temas absolutamente redondos que convierten este disco en un clásico imprescindible.
Después del éxito del disco en América del norte, la banda llegó a grabar el tema para los Juegos Olímpicos de verano de Estados Unidos en el ’84, además de bandas sonoras para el cine; trabajaron con Tom Allom (Judas Priest) y se ganaron a pulso la fama hasta su desaparición en 1989. El grupo retomó la actividad años después llegando hasta hoy en día, pero sin la presencia del bajista Scott Smith, fallecido en el año 2000.
Bien es cierto que el transcurrir de los años les ha pasado factura, y aunque en Europa nunca fueron tan populares como en su tierra natal, estoy convencido de que si se ponen a escuchar este disco ahora mismo, vuestros pantalones se acampanarán, e incluso quizás, con un poco de imaginación, se sientan al volante de un potente Mustang del ’80 recorriendo Manhattan. ¿Para qué inventamos el rock, si no?

Extraído de http://elblockero.blogspot.com/2014/12/loverboy-get-lucky-1981.html