JOHN LENNON & YOKO ONO - DOUBLE FANTASY
Sello: Geffen Records – S 90.317
Formato: Vinilo, LP
País: ESPAÑA
Edición: 1980
Género: Pop
Estilo: Pop rock, vanguardia
ESTADO DEL PRODUCTO
Cover : Impecable
Funda : Impecable. Sleeve interno original
Disco : Impecable
TRACKLIST
A1 |
(JUST LIKE) STARTING OVER |
A2 |
KISS KISS KISS |
A3 |
CLEANUP TIME |
A4 |
GIVE ME SOMETHING |
A5 |
I'M LOSING YOU |
A6 |
I'M MOVING ON |
A7 |
BEAUTIFUL BOY (DARLING BOY) |
B1 |
WATCHING THE WHEELS |
B2 |
I'M YOUR ANGEL |
B3 |
WOMAN |
B4 |
BEAUTIFUL BOYS |
B5 |
DEAR YOKO |
B6 |
EVERY MAN HAS A WOMAN WHO LOVES HIM |
B7 |
HARD TIMES ARE OVER |
Lennon y Yoko pertenecían a dos mundos. Dos mundos que habían ido de la mano al principio para luego separarse temporalmente y más adelante anularse uno al otro. Dos mundos que, finalmente, estaban preparados para colisionar y fusionarse en uno. En la práctica, no obstante, las cosas no eran tan sencillas: quizas no hay otro disco en el que la diferencia de enfoque entre las canciones de John y las de Yoko sea tan grande. La temática, siguiendo la idea de John, es la misma: la familia. En realidad, más que un álbum temático o conceptual, Double Fantasy es una butaca privilegiada desde la que asistir a las canciones y confidencias musicales que John y Yoko se dedican uno al otro. El oyente se convierte así en espectador privilegiado de su intimidad. Un asalto consentido a su alcoba, en la que se desarrolla un pulso casi invisible: la actitud relajada, sentimental y madura de él contrasta con las canciones más arrebatadas y desquiciadas de ella. Podría decirse que Lennon ha interiorizado la importancia y el valor de la familia tradicional, mientras que Yoko siente cualquier cosa menos apego por las tradiciones convencionales. Su idea de una canción de amor para John se ve ejemplificada en “Kiss, kiss, kiss”, repleta de jadeos, grititos, sensaciones orgásmicas y balbuceos infantiles (¿en japonés?). Otras veces evita exponerse más de la cuenta, por ejemplo, cuando se guarece tras la fachada cabaretera y despreocupada de “I’m your angel”. Más directa, sincera y accesible es “Beautiful boys”.
Mientras, Lennon se centra en el aspecto más sentimental de su relación con los suyos, para los que graba dos grandes himnos de amor en Double Fantasy. El primero de ellos es “Woman”, una de las más grandes canciones románticas de la historia, seguramente magnificada porque la mayoría la escuchamos por primera vez cuando ya estábamos informados del terrible suceso, pero a pesar de ello enorme en todos los sentidos. Todavía pone la carne de gallina escuchar a John repitiendo “I love you, now and forever” hasta la saciedad, como si intuyera lo que le esperaba. El segundo es “Beautiful boy (darling boy)”, dedicada a Sean, su hijo. Algo tan sencillo como cantarle una nana a su hijo antes de dormir, esas eran las cosas que a John le apetecía contarnos en aquel momento de su vida. Una canción de cuna, en apariencia banal e intrascendente, que sin embargo contiene una famosa frase que ha pasado a la posteridad: “la vida es lo que te ocurre mientras estás ocupando haciendo otros planes”. No me atrevería a calificar de himno amoroso “Dear Yoko”, pero no cabe duda de que Lennon había alcanzado un estado de paz y sosiego interior que le libera de reparos a la hora de proclamar públicamente, sólo con su música y sin demasiadas coartadas artísticas, su amor por Yoko.
John aprovechó también para mandar una puya a los críticos y agoreros que calificaban sus años de “amo de casa” como “baldíos” y “desaprovechados”, considerando al exBeatle una figura perdida ya para el arte. Para ellos Lennon desplegó todo su arsenal de ironías con la pretensión de hacerles saber lo poco que le importaban sus opiniones; él disfrutaba no haciendo nada, viendo la vida pasar, simplemente “Watching the wheels”. No necesitaba nada más para ser feliz ni tenía ningún interés en seguir siendo un ídolo musical. En cualquier caso, fuera cierto o no, el mensaje era que a nadie le importaba lo que había estado haciendo con su vida. Curiosamente aquello que empezó como una respuesta sarcástica, incluso como una oda a la pereza, acabo siendo una de sus mejores canciones de su etapa en solitario. Así de genial era Lennon.
Finalmente, es imposible no sentir la piel de gallina cada vez que suena el inicio de “(Just like) Starting over”. Ya no sólo porque esas tres campanitas se nos antojasen una llamada al funeral de John, sino porque la canción entera resume sus últimos cinco años de vida y, sobre todo, la esperanza que tenía puesta en el futuro. Una canción llena de ilusión y de optimismo, un canto repleto de vitalidad que, por desgracia, acabó sonando como un epitafio. Una oda a la vida que se convirtió, por culpa de un loco, en el testamento de un hombre arrancado brutalmente de su existencia justo cuando esta, tras tantos vaivenes, se había vuelto placentera.
Extraído de http://muzikalia.com/leerreportajes.php/85/5/reportaje/huerfanos-de-lennon