SOUL COUGHING - RUBY VROOM

$10.000

Sello: Warner Bros. Records – 9 45752-2, Slash – 9 45752-2
Formato: CD
País: USA
Edición: 1994
Género: Indie rock
Estilo: Indie rock, future jazz
ESTADO DEL PRODUCTO
Cover : Impecable
Caja : Impecable
Disco : Impecable

Estado: CASI NUEVO
Detalles:
Sello: Warner Bros. Records – 9 45752-2, Slash – 9 45752-2
Formato: CD
País: USA
Edición: 1994
Género: Indie rock
Estilo: Indie rock, future jazz
ESTADO DEL PRODUCTO
Cover : Impecable
Caja : Impecable
Disco : Impecable

TRACKLIST

1

 

IS CHICAGO, IS NOT CHICAGO

3:49

2

 

SUGAR FREE JAZZ

3:56

3

 

CASIOTONE NATION

3:50

4

 

BLUEEYED DEVIL

4:12

5

 

BUS TO BEELZEBUB

4:34

6

 

TRUE DREAMS OF WICHITA

5:00

7

 

SCREENWRITER'S BLUES

5:09

8

 

MOON SAMMY

4:09

9

 

SUPRA GENIUS

4:00

10

 

CITY OF MOTORS

4:39

11

 

UH, ZOOM ZIP

3:57

12

 

DOWN TO THIS

3:50

13

 

MR. BITTERNESS

5:33

14

 

JANINE

4:58

Este llamativo cuarteto ya desde su formación (guitarra, contrabajo, batería, sintetizadores), surge en 1992 en New York y publicaría su primer álbum “Ruby Vroom” en 1994, el que sería a la postre el mejor de sus 3 trabajos de estudio. “Ruby Vroom” es un trabajo completo y complejo, experimental, distinto, novedoso y que aún hoy sigue sonando plenamente vigente y sin sobrarle ni uno de sus sesenta y un minutos.

La apertura con “Is Chicago, is not Chicago” ya deja claro lo que se viene por delante. Una guitarra toscamente ejecutada y generalmente en segundo plano por detrás de una base siempre al frente de contrabajo y batería, todo esto condimentado por ambientes y samples milimétricamente calculados que conforman una base 100% groovera deslumbrante de funk y hip-hop, en la mejor línea de los Beastie Boys de “Check your head” (1992) o los A tribe called quest de “The low end theory” (1991). Pero, vaya la aclaración, esto no es funk ni hip-hop, es algo mucho más rebuscado y casi imposible de clasificar por lo antagónico de sus elementos: fueron catalogados como “rock alternativo”, pero de guitarras tienen poco y nada (no hay una distorsión en todo el disco). Suenan muy orgánicos, pero también incluyen montones de samples. Además, su guitarrista, cantante y “hablador” (así figura en los créditos), Mike Doughty, distaba muchísimo del estereotipo de cantante de la época, acercándose más por su verborragia y su actitud distante a una versión moderna de un poeta beatnik que a un frontman rockero.

El disco, producido en gran forma por Tchad Blake (quien trabajó con Pearl Jam, Peter Gabriel, U2, Tom Waits, Sheryl Crow y miles más) es de gran nivel en su totalidad y es difícil destacar un tema sobre otro por lo parejo de las catorce composiciones. En “Sugar free jazz” (uno de los simples) amagan con una canción de formato indie para luego, dejar paso a un groove monolítico adobado por decenas de ruiditos locos y así llevar la canción hacia donde uno no imaginaba, todo ello sucede salpicado por una letra muy surrealista (…”Fossilize apostle and I comb it with a rake/ You can’t escape/You pull out the brake/And it booms as cool as sugar free jazz”…).

“Ruby Vroom” es un trabajo completo y complejo, experimental, distinto, novedoso y que aún hoy sigue sonando plenamente vigente y sin sobrarle ni uno de sus sesenta y un minutos.

“Bus to Beelzebub” es una auténtica y fantástica deformidad, con un sample de vientos de jazz de los años 50′ como base (utilizado por los dibujitos de la Warner) junto a un contrabajo avanzando firme como una locomotora. Mark Degli Antoni, encargado de los “teclados sampler” (así figura en los créditos, no son sintes) es el científico loco de esta banda, aportando colores, ambientes y sonidos de todo tipo a lo largo del disco. Mientas que el rendimiento del contrabajista Sebastian Steinberg y el batero Yuval Gabay en este tema y en todo el disco es increible, puntuando alto entre los mejores grooves creados en un disco en los años 90′. Ellos dos son el corazón de la banda, sin desmerecer al resto.

“True dreams of Wichita” (la cual recuerda un poco a “Walk on the wild side” de Lou Reed) es una maravilla y aporta un poco de paz en un disco lleno de excentricidades y collages sonoros no aptos para todos los oídos. “Screenwriter blues”, otro de los simples, no posee guitarras y da vía libre a Mike Doughty para que se explaye sobre un groove tremendo con un largo recitado de alguien obsesionado con ir a L.A. “Moon Sammy” incluye, una vez más, un groove delicioso e irresistible al que se le suman unos pianos jazzeros… ¿Qué fue de la vida de este contrabajista? ¡Por favor! ¿Cuántas veces se puede resaltar el groove en un disco? Este es otro momento destacado de un “Ruby Vroom” al cual no le sobra ni el último tema, “Janine”, una simple composición de corte indie que habría firmado orgulloso Neutral milk hotel o Yo la tengo y que cierra un “Ruby Vroom” que no puede dejar indiferente a nadie. O lo guardás entre tus tesoros más preciados o lo tirás directamente a la basura.

Ya qué estamos, por esa necesidad de catalogarlo todo que tenemos a veces… ¿cómo se podría definir o encasillar a Soul Coughing? Hay gente que los menciona como hip-hop alternativo, jazz-fusion, funk, rock experimental, etc. Yo creo que la única etiqueta posible para Soul Coughing es la de su propio nombre, ya que la banda es un género en sí mismo. ¿Cuántos artistas pueden presumir de eso?

La única etiqueta posible para Soul Coughing es la de su propio nombre, ya que la banda es un género en sí mismo.

Este disco es de los más originales y refrescantes surgidos en la riquísima y variada escena musical de los 90′. Un recomendadísimo viaje de ida.

Extraído de https://zonasoma.wordpress.com/2020/03/27/soul-coughing-ruby-vroom-1994/