SANDRA MIHANOVICH - 21 GRANDES EXITOS

$5.000

Sello: Microfon – 1343001
Serie: Serie de lujo
Formato: Cinta, cassette, recopilación
País: CHILE
Edición: 1984
Género: Pop
Estilo: Pop rock
ESTADO DEL PRODUCTO
Caja : Impecable
Casete: Impecable
Cover : Marca de lápiz
Cinta : Impecable

Estado: USADO
Detalles:
Sello: Microfon – 1343001
Serie: Serie de lujo
Formato: Cinta, cassette, recopilación
País: CHILE
Edición: 1984
Género: Pop
Estilo: Pop rock
ESTADO DEL PRODUCTO
Caja : Impecable
Casete: Impecable
Cover : Marca de lápiz
Cinta : Impecable

TRACKLIST

A1

 

PUERTO POLLENSA

A2

 

VOS, YO, UNO MÁS UNO

A3

 

IGUAL A LOS DEMÁS

A4

 

SIMPLE

A5

 

ME CONTARON QUE BAJO EL ASFALTO

A6

 

ES LA VIDA QUE ME ALCANZA

A7

 

CUATRO ESTROFAS

B1

 

QUIEREME QUE TENGO FRÍO

B2

 

COMO EL PADRE SOL

B3

 

LIBEROCK

B4

 

VUELE BAJO

B5

 

MIL VECES LLORO

B6

 

MARÍA MARÍA

Con 22 discos publicados, Sandra Mihanovich puede darse el lujo de celebrar las cuatro décadas de aquellas producciones que grabó a principios de los ochenta, cuando era una cantante en ascenso y antes de llegar a un lugar de prestigio en la escena musical argentina. En una extensa charla con LA NACION, “rebobina el casete” y viaja hacia aquellos años. En 1983 publicó Hagamos el amor, título un poco osado cuando todavía la censura hacía de las suyas y aún no había asumido Raúl Alfonsín.

Una temporada más tarde lanzó Soy lo que soy y seguramente 2024 sea el año para volver sobre las canciones de aquel emblemático disco. Algo está tramando, pero todavía no lo tiene definido. De Hagamos el amor hizo un flashback de canciones que reversionó para conciertos como el teatro Ópera, meses atrás. Quizás haya quedado como un disco bisagra, entre el éxito de Puerto Pollensa y Soy lo que soy, pero su valor no es menor. Allí grabó canciones de Alejandro Lerner, temas con aires de música ciudadana, la “Milonga de un soldado” (el poema de Borges sobre Malvinas), un auténtico Marilina Ross (”Quereme tengo frío”), una canción bien rockera (”Liberock”) y hasta un tema de su tío Sergio, integrante de esa generación de artistas del clan Mihanovich que recibía en las tertulias musicales del sótano de la casa familiar a figuras de la música mundial como Friedrich Gulda, Jim Hall y Ella Fitzgerald.

"Tuve la fortuna de grabar alguna de esas canciones antes que sus autores. Eran las canciones de Sandra, aunque yo no las hubiera escrito: 'Mil veces lloro','Es la vida que me alcanza', 'Me contaron que bajo el asfalto', 'Puerto Pollensa'", repasa Sandra MihanovichRodrigo Nespolo

Sandra no siguió el camino periodístico de su madre Mónica Cahen D’Anvers, ni la arquitectura de su padre Iván; Sandra prolongó la música que sonaba en el sótano creado por su abuelo. En ese lugar, a finales de los setenta se ensayó Aquí no podemos hacerlo, musical de Pepe Cibrián Campoy. El sótano también se convirtió en sala de ensayo de Sandra, cuando comenzaba a demostrar que tenía el mejor oído para elegir canciones e interpretarlas con su voz. Realmente lo tenía y eso quedó plasmado en esos álbumes de la primera mitad de la década del ochenta.

“Creo que Hagamos el amor es un disco que tiene características particulares. ¡Tantas cosas importantes cumplieron cuarenta años! Empezando por la democracia, que fue tan deseada, ansiada, buscada y esperada. Mi primera votación fue en esas elecciones. Era una época fuerte. Y venía de Puerto Pollensa, algo que fue muy popular. Ya lo era mientras lo grababa porque eran canciones que cantaba en vivo y empezaron a dar forma a mi identidad como cantante. Muchas de Lerner, algunas de mi hermano [”Vane”, Iván Mihanovich]. Tuve la fortuna de grabar alguna de esas antes que sus autores. Eran las canciones de Sandra, aunque yo no las hubiera escrito: “Mil veces lloro”,”Es la vida que me alcanza”, “Me contaron que bajo el asfalto”, “Puerto Pollensa”. Todo eso es del disco del 82. Y el 2 de octubre de aquel año hice dos funciones en el Estadio Obras. Pasé de un Shams de 200 personas a un Obras de 5000; no hubo paso intermedio. En el 83 pensamos qué grabar. Sentí el peso del predecesor. Y apareció “Hagamos el amor”, pero como Sadaic no permitía dos canciones con el mismo título, la canción se llamó “Como el padre sol”.

-¿No fue por censura?

-Que yo sepa no. Además, si hubiera sido por eso, no se habría permitido que ese fuera el título del disco.

-El tema rockero del disco es “Liberock”. Cantado hoy tiene el mismo significado, aunque la libertad que se pregona en esta nueva etapa de Argentina tiene una connotación diferente. ¿Es así?

-Ahora evidentemente significa otras cosas. La libertad del libertario pasa por otro lado. La de aquella época pasaba por poder pensar, sentir, decir y hacer lo que quisieras. Lo libertario es una cuestión de mercado. Libertad y libertario no es lo mismo. Al menos para mí, no sé para ellos. No opino sobre mercado porque no tengo idea. Mi única manera de ganarme la vida fue cantando y a través del tiempo hemos surfeado las olas como todos los argentinos, tratando de mantener el valor de nuestro dinero, y nada más. Lo de ganar plata con plata no me sale.

"Mi única manera de ganarme la vida fue cantando", sostiene Sandra Mihanovich

Extraído de https://www.lanacion.com.ar/espectaculos/musica/sandra-mihanovich-y-lo-que-no-quiso-decir-antes-de-sus-emblematicas-canciones-de-los-80-nunca-se-lo-nid04012024/